Las personas mayores me aconsejaron abandonar el dibujo de serpientes y boas, ya fueran abiertas o cerradas, y poner más interés en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. De esta manera a la edad de seis años abandoné una magnífica carrera de pintor.
La prueba de que el principito ha existido está en que era un muchachito encantador, que reía y quería un cordero. Querer un cordero es prueba de que existe.
Conozco un planeta donde vive un señor muy colorado, que nunca ha olido una flor, ni ha mirado una estrella, y que jamás ha querido a nadie. En toda su vida no ha hecho más que sumas. Y todo el día se pasaba repitiendo: "¡Yo soy un hombre serio, yo soy un hombre serio!"... Al parecer esto le llenaba de orgullo. Pero no es un hombre, ¡es un hongo!
Las personas mayores son muy extrañas...
- decididamente muy extrañas
- no hay la menor duda de que son extrañas
- son extraordinarias
Sólo se conocen bien las cosas que se domestican. La gente ya no tiene tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en tiendas. Y como no hay tiendas que vendan amigos, la gente ya no tiene amigos.
Los hombres se meten en los rápidos pero no saben dónde van ni lo que quieren... Entonces se agitan y dan vueltas...
Tú tendrás estrellas como nadie ha tenido... ¡Tú sólo tendrás estrellas que saben reír!
He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien.
Lo esencial es...
Un pequeño guiño a un libro por el que no pasan los años.
Si estás interesado/a en cualquiera de las cosas que veas en este blog, no dudes en ponerte en contacto conmigo: myparadiselane@gmail.com
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